jueves, 13 de febrero de 2014

13 de febrero: maestros sin sensibilidad...


Querida mamá:

Esta foto me encanta. Creo no haberla puesto nunca...
Hoy se presenta el día algo más tranquilo que el de ayer, aunque ahora en unos minutos marcho para el hospital. Voy a pasar unas horas con Papito, pues Gemita tiene ya que trabajar. Me volveré ya para la hora de irme a la Asociación. Hoy espero salir a mi hora, que llevo tres días que para mi se quedan. Estoy echando más horas allí... seguro que algunos de los que inventan cosas piensan que me quedo para heredar el colegio, porque es la sensación que da teniendo en cuenta que mi hora media de salida son las 10 de la noche. Pero ya sabes que no es así, que no es mi intención. Lo bueno es que allí me siento mejor para trabajar que donde estaban y los niños se me quedan más tiempo.
Precisamente ayer estuve un rato bastante fastidiada. Porque como sabes el martes estuvimos cantando en el auditorio. Dos alumnos a los que pedí que hicieran sus deberes antes de irnos y al regreso, me aseguraron que lo harían en sus casas. Se lo dije a ambas madres que habían venido conmigo a la actuación y ambas me aseguraron que lo harían en casa. Pues bien, me llega una nota de la tutora diciéndome que no habían hecho los deberes de cono y que tendría que darle más importancia a los estudios que a la murga.
Eso se llama juzgarme injustamente. Por eso me da rabia tener que estar siempre justificando las cosas. Pero la gente no entiende ni tiene sensibilidad.
Para empezar que el martes abrí una hora antes para que hicieran los deberes aquellos que actuábamos, después me quede hasta las 10 para aquellos que no habían tenido tiempo de terminar o no habían venido a las 3,30. Porque para mi era importante que estudiaran e hicieran los deberes. Tres alumnos, dos de primaria y uno de la ESO fueron los únicos que no se quedaron ni vinieron antes. ¿Qué hago? las tres madres supieron de mi boca que debían quedarse y las tres me dijeron que estudiarían en casa.
Pero por otro lado, al alumno que le escribió la carta, es un niño repetidor, que su nota más alta el año anterior era de un 2. Este año está estudiando, hace los deberes todos los días y es la primera vez, que yo tenga constancia que lleva tres ejercicios de conocimiento sin hacer, porque el resto lo llevaba...¿Dónde está la sensibilidad, la humanidad del maestro? Algunos, tengo la sensación, les jode que trabaje con estos niños porque los daban por perdidos. Como algunos salen adelante, parece que les molesta. La verdad es que me indignó la nota de la profesora. Por eso le respondí con muchísima educación. No es justo. No saben lo difícil que es trabajar cada día con niños que apenas tiene hábitos en su casa, cuanto menos de estudio. Las actividades no se hacen para que dejen de estudiar, se hacen como complemento al estudio. A veces creo que el cambio debe empezar por los propios profesores del colegio. He tenido la suerte de encontrarme con bien pocos que amen este trabajo como yo. Algunos se excusan que si los han recortado, que si cobran poco, que si los niños queman mucho... lo que ellos quieran. Para estar al frente de niños hay que saber medir los tiempos, saber dar una de cal y otra de arena y sobre todo, tener mucha paciencia. Los niños deben sentirse bien con la persona que tienen delante, deben querer ir al colegio, respetar a su maestro. Me entristece cuando oigo a un niño de primaria decir "la bruja esta..." siempre les corrijo, siempre...pero mi interior me dice "lleva razón y lo sabes". Hace poco en el edificio negro me decían que en los colegios no se necesitan maestros sino artistas-educadores. Así es. No me extraña que algún niño le haya pedido al Alcalde que yo sea su maestra y le deje sin ir al colegio por la mañana (anécdota real y escrita en papel). Porque decía en su carta, "con ella aprendemos y disfrutamos cosa que no hacemos en mi colegio". Y es que muchas veces guapa, llevan razón.
Ojalá me dejaran explicar lo que pienso de todo esto. Yo creo que algún profesor cambiaría de idea. Me pasó en Marbella, la conferencia que di el día 7 a las profesoras de un colegio. Ahora me han llamado para repetirla allí. Cuando escuchas la otra parte de la historia, son muchos los que cambian de opinión o al menos reducen el nivel de exigencia para quien de verdad no puede llegar.
En fin guapa, que voy a continuar. Tengo que marchar, se me hace tarde. Te quiero mucho, lo sabes, no lo olvides.
Acuérdate de papá, Isa, Carmenchu, Pili, JJ, Cuñado y de Papito. Te quiero

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