lunes, 24 de febrero de 2014

25 de febrero: viviendo...


Querida mamá:
Como se iluminaba tu cara con esta sonrisa. Me encantaba. Hace tan poquito que podía disfrutarla, que podía tocar tu cara, que podía abrazarte, acariciarte, darte mis pesados besos... Recuerdo como los últimos meses me decía a mí misma "aprovéchate para cuando no puedas" Los médicos nos aseguraban que te quedaba mucha vida, Juampi no. Fue claro, te marcó una fecha, tan sólo dos meses antes de la fecha que él me dio te marchaste. Aunque no lo quise creer, algo me decía que podía llevar razón. Quizá que vi como te ibas consumiendo...quizá esa fue la razón. Por eso yo quise "robarte" muchos besos, muchos abrazos, por eso me arropé contigo, por eso, el último día que dormiste en tu cama, lo hice contigo. Papá se había levantado para irse a trabajar y yo estaba muy nerviosa. Sabía que algo no iba bien. Así que decidí meterme en la cama contigo. Mis sospechas fueron reales tan solo una hora después, pero recuerdo como te abracé, te miré todo el tiempo, sentí que te perdía y lloré. He intentado estar fuerte hoy, pero sabía que iba a romper. Lo sabía porque papá está muy mal. Lo veo mayor, triste, muy triste. Siempre llora. Se me hace duro verlo así. Intento reponerme de este duro golpe que la vida me ha dado, y ya tengo otro golpe que afrontar. Sabes que lo estoy intentando, sabes que no me dejo vencer ni un solo día. Saco fuerzas de mi trabajo. Los niños me necesitan y con esa excusa no me dejo vencer. Porque te lo dije en la carta de ayer, te fallaría si volviese a bajar los brazos. Y no lo haré mamá. Sólo permíteme que tenga momentos difíciles como este. Déjame que me desahogue contigo, porque con papá es imposible. Soy consciente que le respondo incluso mal, pero es de impotencia. No sé qué decirle para hacerle entrar en razón. No pretendo que sea feliz, no pretendo que se ría a carcajadas, pretendo que siga viviendo, porque le necesito y no lo tengo. Mis hermanos tienen a sus familias, maridos y mujeres a los que contarles sus cosas, tienen hijos de los que preocuparse, razones por la que cada mañana darle un sentido a su vida. No es mi caso. Mi vida es el tito, papá, tú y mis niños. Niños que cuando menos te lo esperan tiran la toalla porque sus padres lo han decidido y que tengo que permanecer fría porque realmente no son míos. No puedo hacer más que desearles lo mejor. Porque aunque me deje la piel por ellos, si sus familias deciden que se acabó, es que se acabó. Precisamente esta noche he tenido que rogarle a una madre que lleva 8 meses sin pagarme que me deje a su hija. Me dice que como no puede pagar la cuota, que la quita. Una niña que está en peligro de exclusión casi al 200%. Con problemas en el hogar de luz, agua e incluso me atrevería a decir, comida. Una niña que saca su parte más rebelde, porque está en la edad. Una niña que lleva acumulados no se cuantos partes y la siguiente es expulsión. Y prácticamente he tenido que rogar a su madre que la deje porque creo que si no viene se perderá. Ha cedido y me ha dicho que sí, pero soy muy consciente de que cuando le de un arrebato como el de hoy, puede irse y no podré hacer nada.
Y todas estas cosas que me ocurren solo te las puedo contar a ti. ¿a quién si no?
Te dejo la carta escrita porque mañana vuelvo a dar las clases de mañana. Precisamente mañana doblo turno. Las clases normales serán por la mañana y por la tarde tenemos a las psicólogas y reforzaré a los mayores que tienen exámenes a la vuelta de la esquina.
Te quiero mucho guapa. Lo sabes, no lo olvides. Acuérdate hoy especialmente de una amiga, Laura. Tiene médico hoy. Está preocupada. Dale mucha fuerza para lo que puedan decirle. No te olvides tampoco de papá, Isa, Carmenchu, JJ, Cuñado, Papito y Pili. Te quiero!

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