sábado, 15 de marzo de 2014
16 de marzo: Recordando viejas costumbres...
Querida mamá:
Casi las 3 de la mañana, ando desvelada. Me hace gracia, porque resulta que me tiro toda la semana pensando que estoy deseando que llegue el fin de semana para dormir y resulta que duermo menos que ningún día. Anoche me acosté pasada las 3 y me he despertado a las 8 para ir a la marcha solidaria. En realidad me he despertado a las 7:30 con papá que se tenía que ir a un curso al Colegio de Médicos, aunque yo he aguantado en la cama hasta las 8. Y hoy sábado, resulta que ya son casi las 3 y mañana madrugo para ir a Misa y es la comida familiar. Total que de nada sirve que lleguen los fines de semana. Aunque te tengo que reconocer que estoy deseando que llegue ese momento en el que me pueda pegar doce horas seguidas tumbada. No creo que las durmiese, porque nunca he dormido tanto, pero sí creo que no me vendría mal una cura de cansancio. Estar tumbada en la cama, con un buen libro... antes, en mi época de Melilla, recuerdas que te decía yo que los domingos eran sagrado para mí. Me despertaba, iba a Misa y me tiraba el día entero descansando. No salía de mi habitación, lo cogí como hábito de costumbre, porque la realidad era que durante la semana llevaba allí un ritmo de trabajo casi superior al que tengo ahora aquí. Así que todos los domingos los empleaba en recargar pilas. Leía, veía pelis, usaba el ordenador.... relax total. Ahora es más complicado. La vida me ha cambiado mucho y es difícil que tenga un simple domingo tranquilo, pero sí que es verdad que debería proponermelo, por mi bien, en hacerlo aunque fuese 1 domingo al trimestre. Y digo al trimestre, porque me conozco. Los días pasan volados y cuando me doy cuenta, han pasados dos meses.
Cambiando de tercio, esta mañana estuve en la marcha solidaria. Hubo un momento duro, cuando la responsable dijo que se lanzaría un globo por cada víctima malagueña del cáncer de mama. También me fue complicado, cuando la presidenta de la asociación dijo que se podía uno curar. Que ella llevaba 22 años curada. Maldita mala suerte tuviste mamita. Que injusta fue la enfermedad contigo. Cuánto dolor y de qué manera de extendió. Precisamente por eso quería apoyar a la asociación, porque se necesitan de personas que quieran seguir apoyando proyectos como el que ellos realizan y en el que la mujer afectada es bien mirada y tratada. Algo que necesitan, teniendo en cuenta el golpe tan duro que reciben cuando son informadas de que tienen cáncer de mama. Te dejo la foto de los globos, el tuyo fue directo al cielo, lo tengo claro.
Y en un rato, pues celebramos el cumpleaños de Adri (que ya fue) Ana (será el día 22) y el día del padre. Así que nos reunimos todos como cada domingo, a excepción de Inés y Pepe para intentar pasar un buen momento.
En fin mamita, se me cierran los ojos. Te quiero mucho, lo sabes, no te olvides. Acuérdate de papá, Isa, Laura, Pili, JJ y Cuñado. Ellos te siguen necesitando. Te quiero.
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